La Fundación Manos Amigas se encuentra en riesgo por falta de financiamiento que se agravó por la crisis del COVID-19, por tal motivo se acercó a SOSEP para la búsqueda de apoyo y que el centenar de personas que padecen la rara enfermedad de linfedema no queden sin atención.
La secretaria Portillo organizó una reunión con el Gobernador de Guatemala, Waldemar Barillas, y el diputado Guillermo Cifuentes, del partido VAMOS, para coordinar acciones que permita que los pacientes no se queden sin atención.
La Fundación Manos Amigas es dirigida por la especialista Mónica de Berreondo, una sobreviviente de cáncer de mama y que en 2012 creó la fundación para tratar a las personas de toda Guatemala (y de otros países) que necesitan acompañamiento médico, terapéutico y psicológico.
La especialista explicó que su misión es reincorporar a las personas a la vida social, educar al país sobre esta enfermedad, informar y crear conciencia sobre la misma. Para funcionar necesitan de entre 600 mil y 1 millón de quetzales al año.
El linfedema secundario es causado por un trauma en el sistema linfático o como efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer de seno, ovarios, útero, vejiga, cérvix, próstata, testículos, melanomas y linfomas.
Hay cien pacientes activos en tratamientos, sin embargo, han atendido en los últimos ocho años a más de 2 mil personas con éxito, 20 casos de elefantiasis y 25 pacientes de otros países.
La secretaria Portillo, el gobernador Barillas y el diputado Cifuentes explicaron que se gestionarán acciones para que la Fundación tenga los recursos necesarios para continuar funcionando.